jueves, 23 de septiembre de 2010

La conciliación de las dos vidas, 2

Como siempre digo, me encanta leer el periódico de arriba a abajo, aunque cada vez más me enervo con lo "limitadita" que es la gente. Y cada vez más este blog va tomando forma de "quejario", ¿pero para que está la libertad de expresión?, y ¿qué le voy a hacer si con ciertos temas yo me expreso a modo de quejas?

El boom ha sido la noticia de la eurodiputada que acudió al congreso con su bebé recién nacido colgado con un pañuelo a lo sherpa, para reivindicar la imposibilidad de las mujeres de conciliar su vida laboral y su vida familiar muchas veces o su papel de madres en este caso. Y como dije hace unos cuantos posts, ya de por sí es difícil conciliarla siendo hombres, peor todavía para las mujeres porque no nos engañemos, por mucho que se repartan las tareas caseras que la mujer ha realizado tradicionalmente desde tiempos inmemoriales, hay cosas que un hombre no puede hacer en lo que a hijos se refiere. Si ya de por si debe ser más que engorroso compaginar X meses de tu embarazo con cualquier tipo de trabajo si tu cuerpo se convierte en un zepelín, ¿como se supone que se puede conciliar el trabajo con la lactancia?, por poner un ejemplo, ¿dejando el trabajo cada tres horas y volviendo a casa donde por supuesto alguien tendrá que estar cuidando al bebé en cuestión, previo pago si no se cuenta con la inestimable ayuda de padres, abuelos, etc?. Y por supuesto dando por sentado que uno tiene hijos, no para hacer a sus familiares más cercanos babysitter de la noche a la mañana para que le cuiden a uno a sus churumbeles.

O dejándolo en la guardería si es que has tenido la suerte de que te toque una pública, porque si tienes que pagar la privada más te vale que el bebé no venga con un pan, sino con un buen fajo de billetes debajo del brazo.

O no, seguramente mucha gente piense que para qué amamantar al bebé pasados los cuatro meses de permiso reglamentario. Pues por muchos motivos, como que es bueno para el bebé, y porque es un derecho de las madres a decidir si hacerlo o no.

El caso es que como siempre leyendo los comentarios de la gente, y volviendo otra vez a que la gente tiene unas ganas de bronca que yo "fli-po", algún cretino va y suelta la perlita que copio a continuación: Esa diputada cobra 134.000 euros netos al año. Aparte de eso tiene 4.000 euros mensuales en dietas que no tiene que declarar mas 17.000 euros tambien mensuales para "asistentes" (que en muchas ocasiones suelen ser parientes por sangre o matrimonio). No creo que sea la persona mas indicada para hablar sobre la dificultad de compaginar vida laboral y profesional.

Por un lado este personaje tiene toda la razón del mundo, esta señora no pasa hambre, desde luego, y puede perfectamente pagarse una canguro para el baby, pero es que, pequeño mamarracho, ese no es el quid de la cuestión. No se trata de tener hijos y vivir para trabajar y de este modo tener todo el dinero del mundo para pagar canguros, cuidadoras, extra escolares, o cualquier cosa que mantenga al niño ocupado, tenga la edad que tenga mientras los padres siguen trabajando. Se trata de que los padres, y ya no hablo solo de la madre, deberían poder trabajar, y además pasar tiempo con sus hijos, no el tiempo justo de darles un beso de buenas noches y hasta mañana.

Y como he contestado al comentario del listo: si mujeres como ella con cierta visibilidad no realizan actos simbólicos como este, que den que hablar, las cosas nunca avanzarán en el camino correcto e iremos para atrás, como los cangrejos.

No creo que yo presentándome en mi oficina con mi bebé colgado a modo de mochililla tuviera la misma repercusión. Sorpresa causaría, eso fijo; repercusión lo dudo.

De todas formas con comentarios como los que he leído una entiende por qué estamos como estamos. Sólo le deseo a la gente así que tenga un trabajo que le ocupe media vida, y un bebé tan adorable que le haga querer pasar todas las horas del mundo con él, a ver si aprecia gestos de gente "con tanta pasta" que hagan plantearse dar un pequeño paso adelante a esa otra gente "con aún más pasta" y cuyas decisiones quizá algún día repercutan en que de verdad, ciertas cosas puedan conciliarse.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Moda y los genes pijos.



Este jueves iba a ser la perfecta noche de chicas, es decir mimejoramigogay y yo yendo a la Fashion´s Night Out organizada por VOGUE en diferentes capitales del mundo con la intención de apoyar a “la moda” y a su vez hacer que con el evento “la moda” sea un ente plural para todo el mundo, en una noche con las tiendas abiertas hasta las 12, cócteles varios y regalitos para aquellos que se pudieran permitir comprar algo en cualquier tienda de Ortega y Gasset, entre otros.

Cuanta hipocresía. Recuerdo como si fuera ayer mi primer (y de momento único) viaje a París. Cuando mimejoramigogay y yo nos plantamos en Gucci en plenos Campos Elíseos con mierda hasta la rodilla porque estaba lloviendo como si no hubiese mañana. Es lo que tiene hacer turismo en chanclas y haber andado durante horas, que los pies se te llenan de polvo, quieras o no.

A lo que voy es que en semejante situación, en dicha tienda en concreto nos hicieron ver muy clarito que “la moda” o por lo menos la de Gucci, no era para nosotros.

Yo a consecuencia le hice ver al imbécil del portero que nos miró de arriba abajo según nos vio entrar por la puerta, que puedo tener “la moda” que quiera cuando se me antoje aunque tenga los pies llenos de mierda y las chanclas llenas de barro, aunque sea mentira porque solo puedo tener lo que me permita mi VISA, pero eso él no lo sabía, y fue toda una satisfacción personal salir de la tienda con un bolso recién compradito (de los más baratitos, pa que nos vamos a engañar). Vamos como Pretty Woman cuando va de compras a Rodeo Drive con su mejor atuendo de fulana.

Volviendo a Madrid en la Fashion´s Night Out… una vez allí me sentí completamente fuera de lugar porque me ví rodeada de manadas de “niñas hiper guays de lo más te lo juro tía osea” con piernas kilométricas, melenas castaño claro perfectas sin puntas abiertas of course, los últimos modelitos como los micro pantalones vaqueros tan micro que parecen bragas más que pantalones, por supuesto ni rastro del efecto “lacasitos” de la celulitis en las piernas, y trotando sobre tacones de 15 cm como si del último modelo de zapas con cámara de aire de Nike se tratara. Y es que lo llevan en la sangre porque sí hay clases y clases, están los genes de a pie, y luego están los genes pijos. A su vez los chicos eran en su inmensa mayoría “señoritos cordobeses” con sus camisitas impecables, sus cinturones trenzados y sus melenitas repeinadas.

Todos tan perfectos que te daban ganas de vomitar, o mejor de vomitarlos encima para que hubiera algo que no cuadrase en su completa perfección.

Y ahí estábamos nosotros, el calvo y la rechonchita, ideales con nuestras mejores galas, pero “diferentes” por cualquier lado que nos miraras. ¡Que no peores ni mucho menos!

¡Ojo¡, yo no tengo ningún complejo de gordura, tengo más que asumido que soy una belleza de tipo latino, con curvas, a lo Shakira o Beyonce pero sin tanto meneo de cadera. Por supuesto tengo kilitos de más pero aún es con diferencia más fácil rodearme que saltarme. Pero es que al lado de estos “tipines escuercíticos” hasta una farola parece estar obesa.

Total, que después de darnos un garbeo y no entrar en ninguna tienda porque aquello parecía la sala de fiestas más “in” del momento, decidimos tomarnos un piscolabis en algún sitio un poco menos chic y más del mundo de los mortales.

Así que imagino que mi próxima compra en lo que a moda se refiere serán como no unos zapatos, (de Zara, la VISA no da para más), la única prenda que sienta bien a las mujeres pesemos 50 o 100 kg. para subirme un poco la moral, a riesgo de que mi maridín me diga que parezco Imeldita Marcos. Algo habrá que hacer ya que no tengo genes pijos en mi cuerpo y soy más bien de “huesos grandes”… pero como dije en la última entrada… y lo bien que sienta de vez en cuando un Big Mac…

Conclusión, que todos los mortales podemos permitirnos ir a la moda, pero “la moda” tal y como se festejó el jueves, no es ni mucho menos para todos los mortales.

viernes, 3 de septiembre de 2010

¡Menos fanatismo y más endorfinas!

Me encanta abrir el periódico online y ver detenidamente los titulares, la sección de Gentes (al fin y al cabo a una siempre le tira un poco de “información rosa”), y me sorprende realmente mirar por encima las noticias sobre guerras, enfrentamientos, coches bomba y muertes que se ven cada día y por las que ya ni me inmuto. Nos hemos hecho inmunes a la violencia porque vivimos inmersos en ella. Y realmente me pregunto ¿qué leches nos pasa?, estamos faltos de una buena dosis de buen rollo, y no es que yo sea especialmente pro-drogas.

Veo una noticia donde cuentan que durante un partido del tenista Djokovic en Nueva York, tres personas acabaron pegándose en las gradas aparentemente porque uno de ellos no paraba de insultar al jugador en cuestión y los otros dos le dijeron que se callara. No se en qué momento eso deriva a rodar escaleras abajo enganchado al tío como si de una peli de dibujos se tratara, pero el caso es que así acabaron según lo que dice la noticia. Y me pongo a leer por curiosidad los comentarios en la misma, y es increíble lo fácil que se cambia de tema a cuestiones totalmente despectivas y raciales. Que digo yo, te puede gustar Djokovic más o menos, a mi en concreto me la trae al pairo, pero que el tema de para sacar a relucir la guerra de Los Balcanes y por tanto todas las anteriores guerras europeas me hace gracia por lo inculta que es la gente por un lado, por otro me da pena, y por otro me asusta las ganas de discutir que tiene el personal, que menos mal que es por escrito y sólo se increpan “del comentario 4 al comentario 2, o del 12 al 9” porque si hubieran estado alguno de estos energúmenos junto con los que se pegaron en las gradas del US Open, aquello hubiera sido una batalla campal.

Así que me quedo con una noticia mucho más entretenida. “El éxito de la hamburguesa indestructible” que cuenta como una fotógrafa está haciendo el experimento de fotografiar una hamburguesa de McDonalds para que el mundo aprecie su nula desintegración después de más de 130 días encima de un plato, y por ende lo poco saludable de la comida basura. También me hace gracia que ella sea vegetariana. Para gustos, los colores.

A mi que me cuente lo que quiera esta señora, pero donde esté un buen menú Big Mac con patatas y bebida “súper”… aunque sea una vez al año que no hace daño… ¡además con la cantidad de endorfinas y hormonas de la felicidad que te hace liberar este tipo de comidas! Que con el primer mordisco sientes como si te hubieran inyectado morfina y ya no pudieras parar de comer y todo sabe taaaan bien y todo esta taaaan rico… ¿nadie recuerda la cara de Homer Simpson cuando come “donuts” y babea?, ¡se le pasan todos los males! Así que recomendaría una ronda de hamburguesas para los “comentaristas” del artículo de Djokovic. Y una dosis de calma para el resto del mundo, que los problemas no se van a arreglar por matar 40 personas más mañana con otro coche bomba, ni va a dejar de haber gente homosexual porque lapiden a un chaval de 18 años. ¡Así que menos fanatismo y más endorfinas!