miércoles, 3 de noviembre de 2010

¿DONDE ESTÁN LAS “IKEACASAS”?


Tras ver una publicidad de lo más tentadora en la web de IKEA, algo así como “compra una cómoda de 60 € el domingo y te regalamos un vale de 25€”, ¿quien se podía resistir a semejante tentación?

Así que me vi dicho domingo a la una de la tarde entrando camuflada entre un mar de coches que intentaban ser los afortunados en aparcar en la puerta, cuando se veía a la legua que como no te subieras encima de otro coche o aparcaras en una plaza de minusválidos, iba a ser jarto complicado.

Total que después de aparcar donde cristo perdió la chancla conseguimos entrar en el macromundo de microcasas que es IKEA. ¡Me encanta¡, ver todas las ideas que representan y dejar volar tu imaginación, lástima que el domingo íbamos con prisa e intentando esquivar los doscientos mil carros abarrotados de cosas que iban en todas direcciones… todo para no comprar la cómoda al final, y aguantar una cola de 25 minutos con todas las cajas abiertas.

En una situación “normal” te recorres todo el circuito por supuesto estratégicamente colocado para que de repente te entren ansias imperiosas de tirar tu casa abajo y reconstruirla de nuevo, y en el momento en que llegas a las cajas tu mente ya no es tu mente, porque debe haber algo en el aire según entras, o en la música a modo de mensaje subliminal, que te hace desarrollar un curioso sentido de la decoración del que nunca habías sido consciente, interesarte por todo tipo de objetos de decoración completamente absurdos e innecesarios como millones de velas como si tu casa aspirara a monasterio budista, o troncos de bambú enrollados sobre sí mismos; desear espejos de todas las formas y tamaños en cada rincón de tu hogar y colgar en tus paredes cuadros de piedras como si sólo esa imagen pudiese dar el toque que le faltaba a tu salón. ¿A quien no le ha pasado? Y de repente te ves con dos carros hasta arriba cuando tú pensabas comprar sólo lo que te entrase en la bolsa amarilla, con la VISA IKEA en una mano y la IKEA Family en la otra, que te acaban de encasquetar, y pagándolo todo en 12 cómodos plazos… Eso sí, a ver cómo lo metes todo ahora en el Peugeot 206 que tienes aparcado en la otra punta del megaparking.

Yo de todas formas me pregunto, ¿dónde están estas IKEAcasas en las páginas de buscadores de pisos?, porque yo que llevo varios meses oteando el panorama inmobiliario en busca del perfecto nido y no veo más que casas con muebles del siglo pasado, salones tan oscuros que te da miedo entrar hasta de día, papeles pintados en las paredes del año del pum y baños y cocinas de “Cuéntame”, ¿dónde están las casas con los muebles de IKEA buenos bonitos y baratos?.

Además me encantan los buscadores estos por lo increíblemente malas que son las fotografías de los pisos, parece que en realidad sus dueños no quieren alquilarlos y hacen fotos malas como pegar a un padre, porque si no yo no le encuentro otra explicación. Ejemplos, foto del baño, y se ve el váter. ¿Hola?, ¿en qué momento el váter es el único elemento representativo en todo el baño?, o fotos de la cocina con los cacharros sucios en la pila, o del dormitorio con la cama sin hacer y llena de ropa y cosas tiradas por el suelo, vamos que aunque sea por vergüenza yo pondría la colcha por encima y algo más aparente sí quedaría ¿no?. Pues no, debe ser que las costumbres autóctonas de los actuales dueños representan un valor añadido a la casa, si Felix Rodriguez de la Fuente levantara la cabeza, ¡vaya fauna¡.

Así que me parece que a este paso cuando nos alquilemos una casa vamos a tener que entrar en ella con excavadora, tirar todo a tomar por saco y comprarnos nuestros propios muebles de IKEA, o de donde sean, pero que al menos si son de estilo Luis XVI, que no se refiera a que son realmente de la misma época.